MI VIAJE HASTA TI

En la noche, en las sombras, que rotas quedan por el haz de luz de los faros del coche, me dirijo a verte, a encontrarme contigo, después de unas horas de ausencia.

El camino, solitario y de penumbra, me indica que aún es pronto para el amanecer, pero siento que el nuevo día está al llegar.

Mientras conduzco, mi imaginación me lleva a lugares insospechados, en los que tu formas el principal atractivo, tu eres el regalo esperado, el deseo anhelado, la recompensa por la espera.

Mientras sueño, un resplandor repentino me hace volver al presente.

Un coche acaba de adelantarme.

Lleva prisa, se ve que lleva prisa, pues me ha pasado sin apenas darme cuenta.

Puedo ver el desvío en la carretera, unos metros más adelante, el desvío que me lleva hasta ti.

Ya casi he llegado, ya casi voy a verte.

Mientras...sueño un poco más, salgo de mi presente y te busco en mi memoria.

Siento tus manos rozando las mías, tus labios besando mi boca, entregándome el amor que fluye de tu interior y se convierte en palabras al besar.

Palabras que dicen “te quiero”...“te amo”...sentimientos que arropan mi corazón en una expresión de felicidad, armonía y paz, mezcla de sentimientos, puros y sinceros, que sólo tú sabes expresar, como nadie sabe hacerlo.

Ya casi estoy contigo.

Las luces de las calles, mezcladas con la espesa niebla que hoy posee la noche, adornan el momento de mi llegada y lo convierten, en un pasaje hacia el umbral de tu alma, la puerta hacia tu sensibilidad y tu ternura, que impacientes esperan para recibirme.

Ya casi estoy a tu lado.

Abro la puerta que me lleva hasta ti.

Me acerco...te beso en los labios, te beso en las mejillas y te susurro al oído...

...Buenos días mi vida, fuerza y energía de mi existencia.

Me besas, me abrazas, me sosiegas el corazón, y arropado por tus brazos y caricias, descanso de mi viaje y duermo...

...junto a tu incondicional amor, junto al manantial de tus sentimientos...

Gracias por seguir a mi lado.