Hubo una vez un
Sabio que dijo:
Lo que veas con tus
ojos, puede ser real o no; depende de cómo lo sientas o de cómo lo llegues a
interpretar.
Lo que veas con el
alma, siempre será real, pues mirar con el alma es ver con la verdad, tan sólo
es tu interior, quien mira con igualdad y sin necesidad de juzgar.
Creemos lo que
vemos porque es nuestra necesidad, no vemos lo que sentimos porque no lo
sabemos explicar.
Sentimos lo que
vemos, porque es la realidad, no vemos lo que decimos, por no saber escuchar.
Miramos, vemos o
interpretamos todo lo que nuestros ojos perciben, no miramos, no vemos o no
interpretamos lo que el alma y corazón, nos piden.
En nosotros está el
saber, ver, oír o decir, todas aquellas palabras que forman nuestra realidad o
verdad, todas aquellas palabras que emanan del alma, todas aquellas palabras
que forman nuestra realidad o verdad, todo aquello que vemos desde la infinita
y más humana sinceridad espiritual.
Habla con el alma y
serás escuchado.
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